Trastorno de Ansiedad

“Varios factores alimentan al trastorno de ansiedad, pero es tratable con el conocimiento y entrenamiento adecuado”

El miedo o la ansiedad son respuestas emocionales que provocan una intensa excitación fisiológica, preparándonos para enfrentar o escapar de una situación. Esta reacción es una respuesta adaptativa normal que nos ayuda a reaccionar ante el peligro real. Es un mecanismo de defensa que agudiza los sentidos para enfrentar un riesgo. Sin embargo, cuando esta respuesta se presenta en situaciones cotidianas o estímulos internos que no representan una amenaza real pero se interpretan como tal, surge el problema de ansiedad y el trastorno de ansiedad.

En la actualidad, la terapia cognitivo conductual se considera el tratamiento más efectivo para el trastorno de ansiedad, respaldado por evidencia científica. Este enfoque abarca técnicas que se centran en los aspectos cognitivos, como nuestros pensamientos, métodos para lograr relajación física y estrategias que modifican nuestras conductas para hacerlas más apropiadas.

La ansiedad puede manifestarse a través de diversos síntomas que afectan tanto a nivel físico como emocional, cognitivo y conductual. Algunos de estos síntomas incluyen:

Síntomas físicos:

  • Palpitaciones o aumento de la frecuencia cardíaca.
  • Sudoración excesiva.
  • Temblores o sacudidas.
  • Sensación de ahogo o falta de aliento.
  • Opresión en el pecho.
  • Náuseas o molestias abdominales.
  • Mareo o desmayo.
  • Tensión muscular.
  • Fatiga o sensación de debilidad.
  • Problemas de sueño, como insomnio.

Síntomas emocionales:

  • Nerviosismo o inquietud constante.
  • Sensación de aprehensión o peligro inminente.
  • Irritabilidad.
  • Problemas de concentración.
  • Preocupación excesiva.
  • Miedo a perder el control.
  • Sensación de que algo malo va a suceder.
  • Sentimientos de inseguridad.

Síntomas cognitivos:

  • Pensamientos intrusivos o no deseados.
  • Dificultad para tomar decisiones.
  • Mente en blanco.
  • Rumiar sobre situaciones pasadas o futuras.
  • Problemas de memoria.
  • Sensación de desconexión o irrealidad.

Síntomas conductuales:

  • Evitar situaciones que generan ansiedad.
  • Comportamientos compulsivos o repetitivos.
  • Hablar más rápido de lo habitual.
  • Inquietud motora, incapacidad para quedarse quieto.
  • Problemas de alimentación, como comer en exceso o falta de apetito.
  • Dificultades en las relaciones sociales.

Es importante destacar que la ansiedad afecta a cada persona de manera diferente, y la intensidad y combinación de estos síntomas pueden variar. En casos de ansiedad persistente o grave, se recomienda buscar la ayuda de un profesional de la salud mental.